Western Digital My Passport Wireless SSD, análisis
Algunos de vosotros ya sabréis que me encanta la fotografía, otros quizás no, y para esos, pues nada, que me encanta la fotografía y así ya empezamos todos desde el mismo punto. Hace unos cuantos años que me gusta mucho la tecnología y poco a poco me he ido cambiando hacia el terreno de la fotografía, sin dejar de lado ninguno de los dos mundos, y en ese tiempo, he tenido «pocas» opciones de probar aparatos que me hagan más fácil el proceso fotográfico, y al final, uno de los que pensaba que menos me iba a aportar, resultó ser realmente importante.
Después de varias semanas con el Western Digital My Passport Wireless SSD, con un pequeño viaje incluido, tengo que decir, que necesito ahorrar para poner uno en mi vida. Un aparato que te ayudará en muchas facetas de tu vida, y más en viajes, sin duda, muy recomendable para aquellos que vivan por y para la fotografía. ¿Quieres saber más? Pues aquí te lo contamos todo. Nuestra opinión sobre el Western Digital My Passport Wireless SSD.
Antes de nada contar qué es este Western Digital My Passport Wireless SSD, pues aunque parece difícil por su nombre «kilométrico», la realidad es que es bastante sencillo. Se trata de un disco duro portátil, multimedia, que lleva un disco duro SSD dentro –en vez de las otras opciones que hay– y es de la marca Western Digital. ¿Qué más podemos necesitar en un disco duro? Pues que nos sirva café, sería la leche, pero la verdad es que nada más, así de primeras que se me pueda ocurrir. Es un concepto diferente, que va enfocado únicamente a un nicho de usuarios muy concreto, pero la realidad es que se trata de una alternativa muy interesante para fotógrafo y viajeros –no tan fotógrafos–.
Lo primero hablar de los materiales, en este caso se pueden intuir dos plásticos con diferentes acabados, aunque todo el Western Digital My Passport Wireless SSD está fabricado en plástico, se entiende en un producto que debe buscar ser ligero y pequeño, entrar en una mochila y no suponer un peso extra. La calidad del mismo no es muy buena, y tampoco es que se vea un extra de resistencia en el mismo, pero para eso la compañía nos ofrece la posibilidad de usar el disco duro con una funda de goma, como un bumper de un teléfono móvil, para protegerlo y poder usarlo en situaciones exigentes. En general el diseño es correcto, buen tamaño y peso para lo que nos ofrece, y materiales correctos.
A nivel de uso tenemos que medir este disco duro de varias maneras. La primera como un disco duro conectado al ordenador, ahí funciona igual que los demás, es fácil y además es rápido. Como almacenamiento para el volcado de nuestras tarjetas SD, también es muy sencillo, con meter la tarjeta y darle a un botón en el que pone SD, ya tenemos el volcado hecho. Más fácil imposible. Y después por último como disco duro inalámbrico, por decirlo de alguna manera, quizás la más compleja porque estamos menos acostumbrados a ella, pero la realidad es que, descargada la aplicación, y una vez conectado a la Wi-Fi, todo es bastante sencillo.
Como dispositivo de almacenamiento, hay que comentar varias cosas. Antes de nada, que es un disco duro SSD, con lo cual tiene una transferencia de datos bastante alta, de hasta 390 MB/s. La transferencia del lector de tarjetas integrado es algo más baja, de 65 MB/s, aún así bastante correcta. El problema real del dispositivo –como disco duro–, es el elevado precio por capacidad de almacenamiento, siendo de un precio de venta recomendado de 500 euros para la opción con 1 TB de almacenamiento. No es un dispositivo para todos los bolsillos. Aunque tampoco es un dispositivo pensado para todos los usuarios. Está claro que es un producto de nicho, para personas y usos muy determinados.
Además de esto, este Western Digital My Passport Wireless SSD tiene un extra de uso que hay que comentar. Como es de entender a usarlo sin alimentación externa cuenta con una batería integrada. Esta batería permite cargar con el propio disco duro otros dispositivos. A nivel de uso, el fabricante habla de 10 horas de uso continuo, aunque hay que reconocer que sobre el papel parece un dato «corto», el uso real es más que suficiente, un viaje de una semana, haciendo una copia de seguridad todas las noches de una hora y media estaría dentro de ese valor de 10 horas de autonomía. A esto hay que sumarle que un volcado normal es menos tiempo, y que no todos los días necesitas hacer dicho volcado.
Conclusiones Western Digital My Passport Wireless SSD
¿Vale la pena el Western Digital My Passport Wireless SSD? Pues seguramente si te estás pensando comprarlo sí. Si no lo estás pensando comprar, no vale la pena en absoluto. Es un dispositivo diferente, de nicho, que soluciona problemas, pero que son problemas específicos. Si te gusta viajar, haces muchas fotos y te gusta tener copias de todo, sin duda es la solución perfecta como dispositivo –hay otras marcas y otras opciones–. Si por contra, no tienes esa necesidad de copiar todo al momento, de llevar encima estas capacidades de copias de seguridad, de control de las fotografías, la realidad es que tienes otras alternativas más baratas.
Después valorando el producto, me parece caro, está claro que es un tipo de producto nuevo, y que con el paso del tiempo su precio bajará, pero sobre el papel, es muy caro por el almacenamiento que ofrece, incluso siendo SSD, y aunque tenga muchas cosas más que ofrecer. A nivel de velocidad, perfecto, batería, suficiente, diseño correcto, opciones, más que de sobra, pero la realidad es que 200 euros por la opción más barata de 250 GB, es una auténtica locura, aunque sea SSD y aunque tenga todo lo demás.