FitBit Surge, análisis
En los últimos años, el mercado se ha llenado de dispositivos que cuentan hasta el último paso que damos, la última caloría que quemamos o los kilómetros que recorremos en nuestros entrenamientos. Una de las empresas que más empeño ha puesto en esta tarea es FitBit que dispone de un amplio catálogo dedicado a las pulseras de actividad. Hace unos días desde The Groyne os presentamos a través de un pequeño artículo la FitBit Surge, un wearable óptimo para tener bajo control toda la actividad deportiva diaria. Después de un uso intensivo durante estas semanas, podemos afirmar con total rotundidad que estamos ante el medidor de ejercicio físico: es cómodo en cuanto a tamaño y peso, sencillo de utilizar, preciso en las mediciones… Una gran cantidad de características interesantes que desglosaremos en las siguientes lineas. ¡Comenzamos con el análisis de la FitBit Surge!
Diseño y características
El material predominante de esta FitBit Surge es la goma, algo que se antoja normal en un wearable destinado al uso diario para contabilizar datos deportivos. Sólo con echar un pequeño vistazo nos encontramos con alguna propiedad interesante como la correa elástica – que permite una adaptación óptima a la muñeca – que afectará de manera positiva a la medición del ritmo cardíaco ya que esta se realizará sin cortes. Otro aspecto que destaca a simple vista de la FitBit Surge es la anchura: en general es ancho e incluso en la parte central uno de los lados incrementa su grosor. Mucha gente lo verá incómodo o incluso feo pero nada más lejos de la realidad; la FitBit Surge tiene muchos aspectos positivos pero entre ellos, uno de los que más destaca es la comodidad al portarlo: poco peso, fácil utilización e incluso, personalmente, lo catalogaría como bonito.
Otro aspecto importante en el diseño de estos dispositivos es la accesibilidad al menú. En el caso de la FitBit Surge nos encontramos con una buena pantalla táctil LCD monocromática retroiluminada – imprescindible para poder utilizarla en entornos oscuros – rodeada por 3 botones, uno en el lado izquierdo – acceso a las opciones de menú – y dos en el lado derecho – el inferior nos permite acceder a dichas opciones y activar las mediciones y el superior es el botón de salir -. La pantalla táctil responde muy bien incluso con los dedos sudados; aunque si que es cierto que ciertas funciones debemos realizarlas desde los botones, el 90% las podemos realizar a través del LCD, lo cuál aporta facilidad en la utilización y sobre todo, comodidad. En la parte trasera nos encontramos con el PurePulse, el sensor de ritmo cardíaco que registra nuestras pulsaciones durante el ejercicio o en los periodos de descanso, lo que ayuda a contabilizar correctamente las calorías consumidas y llevar una contabilización más precisa de la actividad.
Por último no podemos dejar de mencionar dos características importantísimas como son la resistencia al agua y la memoria interna. En cuánto al primer punto, FitBit Surge soporta oficialmente hasta 5 ATM por lo que entrenar a la lluvia o el sudor corporal no deberían suponer ningún problema pero, el propio fabricante advierte del peligro que puede entrañar para el dispositivo nadar o ducharnos con él. En cuánto al segundo punto, la memoria interna, es capaz de almacenar hasta 7 días de datos detallados minuto a minuto, lo cuál está muy bien aunque no es lo normal: lo lógico es que a lo largo de la jornada nos acerquemos en algún momento a nuestro smartphone y se produzca la sincronización automática de los datos con la app.
Usabilidad y autonomía
Quizás uno de los aspectos más llamativos a la hora de dar nuestros primeros pasos, es la necesidad de sincronizarlo con la plataforma online a través del dispositivo Bluetooth que incorpora. Una vez que conectamos, actualizamos y sincronizamos la FitBit Surge con la página de monitorización, podemos comenzar a utilizarla sin ningún problema. Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de utilizar la FitBit Surge es cómo colocarla en nuestra muñeca: no debemos dejar de lado de que uno de los aspectos que vamos a monitorizar es la actividad cardíaca por lo que, como bien nos indica el fabricante en sus instrucciones de uso, debemos colocarla dos o tres dedos por encima del hueso de la muñeca, ajustada pero sin llegar a apretar. Esto es imprescindible para medir con exactitud y sin cortes.
Conforme transcurre el tiempo, todos los datos que se almacenan en nuestra FitBit Surge quedan registrados en la plataforma online de FitBit y podemos sincronizarlos por Bluetooth desde el smartphone y la aplicación oficial, o mediante el PC y el adaptador inalámbrico. Otra ventaja importante es la posibilidad de establecer nuevas metas – lo cual aporta una dosis de sana competitividad -, o incluso el premio por objetivo, ni más ni menos que una medalla por cada meta lograda. Obviamente como podemos intuir, la web o la aplicación son fundamentales para poder hacer un análisis de los datos obtenidos mediante gráficas, tablas de objetivos o incluso para poder marcar nuestras metas alimentarias, deportivas o registrar los periodos de sueño. Todo esto es gratuito aunque para los más profesionales existe una versión Premium – de pago – que por una cuantía mensual te permite acceder a planes deportivos personalizados, evaluaciones automáticas de nuestro estado de forma…
Por último y no menos importante, queremos dedicar unas líneas al tema de la autonomía. FitBit oficialmente nos dice que la duración de la batería es en torno a siete días pero esto es con un uso medio-bajo del wearable. Con una utilización alta – sensor activo las 24 horas y recibiendo notificaciones- la duración es en torno a unos 4-5 días que se traduce en unos números más que interesantes sobre todo teniendo en cuenta, como en mi caso, la gran cantidad de datos que recopila la FitBit Surge diariamente. En cuanto al tiempo de recarga, se estima en torno a una hora y media aproximadamente a través de su cargador propietario, es decir, propio de FitBit – no vale un microUSB cualquiera -, lo cuál nos pone en algún aprieto en caso de pérdida del cable o incluso a la hora de hacer un viaje y dejarlo olvidado. Quizás este es el aspecto mas controvertido del un producto en términos generales excelente.
¿Qué podemos medir con la FitBit Surge?
Si algo ha quedado claro a lo largo de estas líneas es que la FitBit Surge como monitor de actividad tiene muy pocos competidores. A parte de permitir contar la cantidad de pasos que realizamos diariamente, incorpora un sensor GPS que nos permite localizar nuestra posición a la hora de empezar nuestra carrera al aire libre o incluso si hacemos senderismo – otro de las mediciones posibles – y así conocer los puntos en los que hemos estado. Si bien es cierto que la actualización de datos tiene un poco de retardo, no supone una pega que empeore su uso. Otros entrenamientos que nos permite nuestra FitBit Surge son la carrera en cinta, ciclismo, entrenamientos mixtos o entrenamientos con pesas.
A todo esto, debemos sumar la correcta monitorización del sueño ya que detecta periodos de sueño profundo, sueño ligero, horas consecutivas dormidas, periodos de inquietud o eficacia del sueño. Está estudiado científicamente que una de las claves de un buen estado físico, es un reposo adecuado y gracias a la FitBit Surge también podemos tener controlado nuestros periodos de descanso.
Conclusiones de la FitBit Surge
Sin duda la FitBit Surge como monitor de actividad en sí tiene muy pocos rivales ahora mismo. Unas mediciones excelentes, datos correctos y acompañada de una plataforma web muy completa hacen que los deportistas estemos encantados cada día que realizamos nuestras rutinas y las medimos con su ayuda. Las mediciones del sueño – un buen descanso es imprescindible para una mejora física – son excelentes y en cuánto a autonomía responde correctamente: en torno a cuatro días de uso continuo. Por otro lado, el diseño personalmente me parece adecuado: cómodo, robusto, ligero y fácil de utilizar; no acumula demasiada suciedad en la pulsera, es sencillo de limpiar y resistente al agua – al menos al sudor y a la lluvia, para entrenamientos en exterior -. Pero de todas formas, la pregunta qué todos nos hacemos es: ¿merece la pena nuestra FitBit Surge por 247 euros en lugar a un smartwatch? La respuesta es sencilla: si tu finalidad es la actividad deportiva sin duda sí, ya que actualmente no vas a encontrar un medidor más completo y de mayor calidad en el mercado, este wearable está diseñado para ello y sinceramente, no decepciona.
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