Western Digital My Passport, análisis
Hoy nos toca hacer uno de esos análisis que parecen fáciles porque por definición son cortos, pero que no siempre son tan sencillos de afrontar, ya que os tenemos que hablar de un producto que al final tiene pocas funciones y casi todas bastante limitadas. En este caso os queremos hacer el análisis del disco duro portátil Western Digital My Passport, el último modelo que hay en el mercado de la compañía americana y uno de los discos duros más vendidos del mundo –yo mismo tengo 3 modelos diferentes de diferentes años que este modelo del 2017–.
En este caso nosotros hemos podido probar el Western Digital My Passport, con color amarillo y con 2 TB de capacidad, y la verdad es que no podemos hablar del modelo de 1 TB, que es más pequeño y ligero según las propias especificaciones del fabricante, pero los modelos de 2 TB, 3 TB y 4 TB tienen el mismo peso y tamaño, y la verdad es que según las especificaciones del fabricante, las diferencias de un modelo a otro son bastante importantes.
primero y antes de nada, vamos a empezar hablando del diseño como casi siempre, este Western Digital My Passport no será seguramente para muchos el disco duro portátil más bonito del mercado, aunque contamos con diferentes acabados, nosotros hemos probado el plástico en color amarillo, tenemos combinaciones de colores y acabado metálico también –aunque más caro–. En este caso el doble tratamiento del plástico, no sé si gustará a muchos, y a otros tampoco les encantará el uso de colores tan llamativos, aunque a mí el acabado amarillo me gusta mucho –y me resulta fácil de encontrar en la mochila–.
Ha sido un gran cambio, y en especial llama la atención, Western Digital estaba orientándose a acabados más curvos, y aquí volvemos a aristas más vivas, evidentemente no es un problema, ya que el volumen general es similar, pero sí que es un gran cambio en el diseño que ya llevaba varios años estancado en la forma anterior. Como detalle contar que cuenta con un pequeño LED indicador de conexión.
En este caso contamos con conexión USB 3.0 –es compatible con USB 2.0 y USB 3.0– y aunque a mí no me guste mucho, y sé que a la mayoría de vosotros tampoco, en el disco duro cuenta con conexión Micro USB 3.0, un estándar que prácticamente solo vemos en los discos duros, así que mucho cuidado con olvidarse del cable, ya que será complicado poder encontrarlo de una manera sencilla. Quizás se eche en falta poder utilizar un protocolo más habitual en los tiempos que corren, pero también cuesta cambiar ya que llevamos varios años con este mismo protocolo en los discos duros, aunque el momento llegará.
A nivel de «extras», algo que a veces gusta y otras veces no, contamos con bastante cosas, primero y lo más importante, en España tenemos 3 años de garantía ilimitada. A nivel de software tenemos varias cosas que comentar, copia de seguridad automática con WD Backup, protección mediante contraseña con cifrado de hardware a través de WD Security, y diferentes utilidades para el disco duro. El Western Digital My Passport viene pensado para Windows 7, Windows 8 y Windows 10, para otros sistemas operativos es necesario formatearlo en la mayor parte de los casos.
En este caso tenemos varias opciones de almacenamiento, 1 TB, 2 TB, 3 TB y 4 TB, en todos los casos la velocidad de transferencia es la misma, así que todos lo que digamos del modelo que hemos probado nosotros, el de 2 TB, valdrá para los demás modelos. Una de las cosas que me ha gustado, aunque es cierto que he probado discos duros algo más rápidos, es la estabilidad de la velocidad de transferencia, algo que no siempre es lo más habitual.
Con las diferentes pruebas que he podido hacer, en ordenadores con USB 2.0 y USB 3.0, sin tener equipos especialmente potentes durante el período de prueba, la realidad es que en los ordenadores con USB 3.0 la velocidad de transferencia es de aproximadamente 100 MB/s de una manera muy estable, una velocidad que para un disco duro de consumo, que no busca ser para usuarios exigentes, con un precio muy razonable, la verdad es que está realmente bien. Quizás para archivos pequeños y para otro tipo de usuarios, una memoria USB, de las múltiples opciones que hay ahora mismo, ofrezcan más velocidad y portabilidad, pero para aquellos que nos gusta llevar a todos los lados nuestras copias de archivos de trabajo, el Western Digital My Passport funciona realmente bien.
Conclusiones Western Digital My Passport
Un disco duro de consumo, puro y duro, no esperéis nada especial, porque la verdad es que no lo es, pero seguramente ese pueda ser su punto fuerte, no tiene nada, pero tampoco le falta de nada. El diseño está bien conseguido, llevo un mes con él en la mochila, tratándolo «bastante mal», y no se ha rayado, luce casi como el primer día. Las opciones de almacenamiento son bastante grandes, el precio es razonable y la velocidad de transferencia es lo suficientemente alta como para pasar archivos grandes y no desesperarse.
Por el lado negativo, quizás es un poco más grande de lo que nos gustaría, otros fabricantes ofrecen modelos algo más compactos, no es un gran problema, porque las diferencias son mínimas, pero hay que reconocer que existen.