Quick Review: Tile Slim 2020
Volvemos con un producto de la marca Tile, volvemos quizás sea algo exagerado, ya que solo analizamos uno, el Tile Pro Series Sport y ya hace bastante tiempo, pero sí, volvemos porque la marca se renueva, pero no tenemos producto nuevo cada 3 meses, así que le vamos haciendo seguimiento con los artículos que podemos. En este caso os vamos a hablar del Tile Slim 2020, una renovación de uno de los primeros productos de la marca, una de las mejores renovaciones, y ahora os contamos porqué.
Este Tile Slim 2020 está orientado a un elemento muy específico, no hay grandes sorpresas, es una dispositivo que al igual que sus hermanos, nos ofrece una función, encontrarse y encontrar. Sé que puede parecer absurdo, pero la realidad es que es así. Este Tile Slim es un buscador o localizador bidireccional, lo podremos encontrar a él o él podrá encontrar nuestro smartphone. Y algunos diréis, ¿para qué quiero encontrarlo a él? No es a él exactamente, sino al accesorio dónde está situado. El primero modelo que probamos estaba pensado para encontrar las llaves, este está pensado para la cartera.
Con una forma de tarjeta de crédito, a nivel de dimensiones en superficie, cuenta con un grosor algo más grande que una, no es exagerado, y siempre se entiende viendo la tecnología que tiene en su interior, pero para aquellas personas que nos guste llevar carteras minimalistas, que sepamos que quizás tengamos que revisar nuestros gustos, o Tile Slim 2020 o cartera minimalista. La convivencia será difícil.
Aunque es un dispositivo pensado para durar más tiempo nosotros llevamos unos meses con él, tampoco podremos decir mucho al respecto, pero durante los meses que lo hemos probado, no hemos sido nada cuidadosos, de hecho todo lo contrario, y hay que reconocer que el Tile Slim 2020 aguanta bien. Con un acabado en plástico que es bastante fácil de hacerle marcas, no se raya en exceso, y parece duradero. Como podéis ver en las fotos el uso es evidente, pero funciona perfectamente –la competencia no puede decir lo mismo–. En mi caso siempre llevo la cartera en el bolsillo trasero del pantalón, un lugar donde las tarjetas sufren mucho, y el Tile no ha tenido problema alguno. ¿Durará todo el tiempo para el que está pensado? Todo parece indicar que sí.
A nivel de fabricación también hay que comentar otra cosa, y es que el Tile Slim 2020 viene con batería integrada. Algunos podéis pensar que eso siempre es mejor que una pila, y es verdad, siempre y cuando se pueda recargar, en este caso no es así. Lo que tenemos en el Tile cuando sale de la caja, es lo que tendremos siempre. Según el fabricante, y este dato no lo hemos podido probar, el dispositivo viene con 3 años de autonomía. La verdad es que parece una cantidad decente, pero estamos comprando algo que nos durará 3 meses como mucho, y no todo el mundo estará dispuesto. Sin duda es el gran handicap del dispositivo, y aunque la firma americana ofrece un buen descuento con su sistema de reemplazos, no a todo el mundo le gusta la idea de comprar algo que tiene fecha de final.
Y ahora me diréis, descrito qué es Tile Slim 2020 y cómo está hecho, ¿qué hacemos con él? ¿Cómo funciona? Pues la verdad es que es realmente sencillo. Pensado para el uso desde un smartphone podremos conectarlo con nuestro Tile desde su aplicación, disponible para Android y para iOS con una conexión Bluetooth. La vinculación es sencilla y basta con seguir unos cuantos pasos, encender el Tile, esperar a que el teléfono lo busque y en unos segundos ya están sincronizados, y nos aparecerá el dispositivo en nuestra cuenta de Tile. Podremos configurar una serie de parámetros de nombre, configurar qué teléfono buscar, etc…
Pasado este primer momento, quizás algo más engorroso de configuración, aunque sencillo en realidad, el paso siguiente es usar el Tile cuando lo necesitemos. En este caso tendremos dos opciones, pulsar dos veces el botón de Tile para que haga sonar nuestro teléfono, en este caso sonará aunque esté en silencio –algo evidente, igual que los localizadores de los propios fabricantes–. Y también podremos buscar nuestra cartera desde el botón localizar de la aplicación. Digo cartera entendiendo que está orientado a eso el dispositivo, pero puede ser otro elemento en realidad, siempre y cuando encaje, funda de las gafas, mochila, bolso, etc…
Además de todo esto, la aplicación, a través del pago de unos extras algo caros –ya os hablaremos de esto con más detalle–, nos permite controlar algunas cosas más. En mi caso lo que más me gusta es la alerta inteligente, porque te avisa cuando se desvincula el Tile de tu smartphone, y además te permite configurar qué Tile quieres que tenga esa función. Además de esto disponemos de un «Historial de localizaciones», mientras que en la versión gratuita solo tenemos la última localización donde el Tile Slim 2020 y el smartphone han estado conectados.
Conclusiones Tile Slim 2020
¿Vale la pena este Tile Slim 2020? Pues la verdad es que depende. No es una respuesta por ser gallego, sino que es una respuesta 100% real. Dependerá del tipo de persona que seas. Yo no suelo ser despistado, no suelo olvidar la cartera o las llaves, pero hay mucha gente que sí, no suelo tener esos problemas, pero en estos dos años que llevo usando Tile alguna vez lo he usado, no es que sea diferencial en mi día a día, pero sí que me aporta en algunas ocasiones un poco de tranquilidad respecto a perder la cartera –con la documentación y las tarjetas– o a olvidarme las llaves en el trabajo. Si tú eres de los que está todo el tiempo inseguro o simplemente eres un desastre, Tile con todas sus alternativas te será muy útil. Si no lo eres, quizás está bien que pruebes el modelo más económico y veas si a lo largo del tiempo lo acabas usando.
En este punto también tenemos que hablar de una cosa más, por un precio aproximado de unos 30 euros estás comprando un producto interesante, pero con una fecha de caducidad a tres años vista. Un accesorios que no es barato –aunque en 3 años, estamos hablando de algo menos de 1 euro al mes–, y que además para ser realmente interesante y diferencial respecto a la competencia low-cost te obliga a pagar una suscripción anual de más de 35 euros.
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