Lámpara RGB, un accesorio que queda muy bien en nuestros escritorios
No es muy habitual que hablemos de estas cosas por The Groyne la verdad, no solemos meternos en estos temas porque la realidad es que se nos escapan un poco de nuestro cometido habitual, pero bueno, cuando aparece alguna cosa interesante en nuestras manos, y ahora en Navidad parece que vienen más productos diferentes de lo habitual, pues nos gusta mucho hablar de ellos. En este caso hablamos de una lámpara RGB, no vamos a hacer un análisis completo porque no da para eso, así que haremos unas primeras impresiones o una opinión bastante rápida para contar qué nos ha parecido.
Se trata de la lámpara RGB de Aukey, un modelo que no cuenta con todas las novedades de conexiones varias, ni Wi-Fi, ni Bluetooth, ni añadidos de esos. Es algo que nosotros simplemente tenemos en nuestro escritorio y le damos al botón de encender y se enciende, no necesitamos más y tampoco le vamos a pedir más, al menos, yo es lo que vi, es lo que quería y es lo que veréis en los vídeos los próximos meses de fondo, porque la verdad es que la «bola» esta de Aukey, queda bastante bien.
En este caso esta lámpara RGB de Aukey cuenta con batería, la cual nos ofrece unas 12/15 horas de autonomía aseguradas, y es posible que algo más en según qué situaciones, la luz variable, una luz fija con más o menos intensidad –en el caso del modo automático, creo que puede estar cerca del día de autonomía–. El único «pero» que le he visto a esto de la batería integrada es que se carga con puerto Mini-USB, la verdad es que no tenía ninguno por casa ya, pero al menos viene en la caja, así que atentos con el cable, porque pocas cosas quedan ya con este tipo de conexión.
A nivel de opciones de luz tenemos varios modos, uno fijo con luz blanca algo fría, en el cual podemos controlar la intensidad de la luz, desde una luz bastante baja, hasta un nivel que ilumina una habitación pequeña lo suficiente como para situar objetos en el espacio, y poco más. Dispone de un modo de color, nosotros podemos ir modificando el color con un botón, no podemos escoger el tono, sino que al darle el botón la lámpara va recorriendo el espacio RGB.
Tenemos un segundo modo automático, en el que la propia lámpara Aukey RGB modifica el color, seguramente sea el más «visual» y el que usen la mayoría de personas, no es nada especial porque no podemos controlar la intensidad, ni la velocidad, ni los colores que recorre, pero al final, por una lámpara que cuesta menos de 20 euros, pues no nos vamos a quejar. El diseño es algo diferente, pero queda bien en un escritorio o un salón. ¿Os gustan este tipo de productos? ¿Queréis saber más de algún accesorio de este estilo?