He terminado todos los Dark Souls, y no hay duda, Dark Souls 3 es el más difícil de la saga
Hay un antes y un después luego de jugar a un Dark Souls. Los juegos que componen la trilogía se han ganado la fama de ser uno de los más retadores, difíciles, intrigantes y a la vez que ofrecer esa sensación de recompensa, que solo conocen esos que le han dado el golpe final al jefe más difícil de cada entrega. En mi caso Midir, el devorador de oscuridad y la Hermana Friede, ambos de Dark Souls 3. ¿Spoiler?
Con la salida del remaster de Dark Souls para la generación actual de consolas, aproveché para jugar el que me faltaba, el que empezó la historia, un juego que había evitado no solo porque no tuviese ganas de jugarlo, sino más bien porque la versión de PC está llena de tantos bugs que hacen que la experiencia no sea tan buena.
Es verdad que hay un parche que se puede instalar y que hace que la experiencia sea un poco mejor, pero yo quería la mejor experiencia posible, y a mi entender eso era con la versión remasterizada del juego.
Ahora bien, he pasado todos los Dark Souls, aunque en orden inverso. Empecé con Dark Souls 3 después de haber jugado Bloodborne, luego seguí con Dark Souls 2 y finalmente Dark Souls.
Resulta interesante lo similares y lo diferentes que son los tres juegos entre si, incluso en cuanto a la dificultad se refiere.
Los tres son juegos difíciles, pero no en el sentido en el que lo hacen el resto de los videojuegos, donde por ejemplo, te llenan de oleadas de enemigos hasta un punto donde tienes que fallar porque si.
El enfoque de los Dark Souls es diferente, son difíciles si, pero en vez de obligarte a fallar, más bien castigan el fallo o los errores que cometamos.
Me explico, puedes ir 20 veces al mismo jefe, y las 20 veces va a actuar de la misma forma, te va a atacar de la misma manera, se va a curar cuando tenga determinada vida o va a cambiar de fase cuando sea el momento.
Sabiendo esto, lo que tenemos que estar preparados somos nosotros, aprendernos las mecánicas, como actúa según lo que hagamos o cuando debemos hacer cada cosa, para minimizar las posibilidades de fallar y que este fallo nos castigue dolorosamente.
Y es que de esto se trata Dark Souls, de fallar lo menos posible. Y de hecho se puede hacer, si buscas en YouTube encontrarás varios canales donde la gente se ha pasado el juego sin morir, o incluso sin ser golpeados ni una sola vez. Aunque esto último si es algo casi sobrehumano, al menos para mi.
En este sentido, después de haberme pasado los tres Dark Souls, puedo decir que hay uno en el que las posibilidades de fallar son más grandes que en los otros, y la razón de que esto sea así es la velocidad y el ritmo del juego.
Mientras más rápido más difícil es
Esto parece obvio, pero es que es así, no hay muchos más secretos detrás de los Dark Souls. Cierto es que en la primera entrega no tendemos teletransportación entre hogueras hasta bien adentrados en el juego, algo que nos expone un poco más al tener que recorrer las zonas enteras para ir de un lugar a otro.
Pero en lo que al combate se refiere, no me han quedado dudas de que Dark Souls 3 es el juego más difícil de la trilogía, y siendo Dark Souls 2 el más fácil de los tres.
A mi forma de ver, lo que hace que Dark Souls 2 sea el más fácil de la trilogía es el ritmo de juego, es quizás un punto más lento que el uno, y además si sabes hacer bien las cosas, puedes volverte muy poderoso con relativa rapidez.
Recuerdo que me hice una build de destreza, y era prácticamente imparable gracias también a la buena cantidad de puntos de aguante que le puse a mi personaje, lo que me dio grandes ventajas de movilidad y sucesión de ataques.
En Dark Souls 1 utilicé la misma estrategia, aunque los resultados no fueron los mismos. Los enemigos parecen estar un poco más balanceados para hacerte frente, sin embargo, sus ataques y patrones de movimientos no son rápidos, haciéndolos muchos veces predecibles.
Incluso los temidos Ornstein y Smough caen en esta categoría, si lo ves con calma, son un poco lentos, y solo hace falta tener paciencia y saber cual es el momento oportuno para atacar.
Ahora bien, con la llegada de Dark Souls 3 todo esto cambió. De repente nos vimos en un ritmo de juegos mucho más rápido que nos pedía tener más reflejos(quizás influenciado por Bloodborne), y sumado a esto una nueva galería de enemigos capaces, literalmente, de ponernos al máximo nivel de estrés posible.
En Dark Souls 3 no basta solamente con saber administrar los puntos y colocarlos adecuadamente según sea nuestra build, hay que tener mucha calma, paciencia y sobre todo reflejos.
Atrás quedó el estilo de juego lento y pausado de las dos primeras entregas, donde muchas veces bastaba con bloquear el ataque de los enemigos, en Dark Souls 3 no solo tienes que bloquear, sino que también muchas veces te verás obligado a esquivar el rítmico patrón de ataque de los enemigos.
Un ejemplo de esto es el Rey Sin Nombre, el Señor de la Ceniza o el mismo Caballero esclavo Gael. Unos enemigos que te van a atacar velozmente y sin cansancio, que te van a presionar y que van a hacer que te tengas que aprender sus patrones de ataque casi a la perfección para saber cual es el momento mas indicado para apretar el botón de esquivar, y todo esto con un ojo puesto en la barra de energía.
Otras veces, como es el caso de la batalla contra Midir, el juego pondrá a prueba nuestra paciencia en un combate que parece eterno (creo que me tomó unos 15 o 20 minutos matarlo), y donde el mínimo error se paga bastante caro.
Este punto de velocidad extra hace que sientas mucho más la presión de cada combate, y lo que hace que al final Dark Souls 3 sea el juego más difícil de la saga.
¿En qué plataformas se puede jugar la saga Dark Souls?
Desde el primer juego lanzado en 2011, la saga Dark Souls puede jugarse tanto en consolas como en PC. El primer Dark Souls se lanzó para PlayStation 3 y Xbox 360, y un año después acabaría llegando la versión Windows. Además, en 2018 se lanzó una versión remasterizada para PS4, Xbox One , Nintendo Switch y PC.
Con Dark Souls 2 ocurrió algo parecido. En 2014 se lanzó para PS3, Xbox 360 y PC, más tarde, junto a la expansión Erudito del Primer Pecado, llegaría a PlayStation 4 y Xbox One, aunque esta vez no habría versión para Switch. Y el último de la saga hasta la fecha, Dark Souls 3, se lanzaba para las consolas Ps4, Xbox One y PC en 2016.
¿Y qué hay de los móviles? Por ahora, Dark Souls no ha llegado a dispositivos móviles, aunque atendiendo a lo rápido que avanza la tecnología y la potencia que ya han alcanzado, no sería extraño poder ver un juego de la saga en nuestros teléfonos algún día. De momento, nos tendremos que conformar con alguno de los juegos similares a Dark Souls para Android o sus equivalentes en iOS.
¿Cúal ha sido el Dark Souls más difícil para ti?