Dos sencillas formas para disponer de control parental en dispositivos Android
Mi primer teléfono lo tuve a las 14 años y por allá a finales de los años 90, y aunque no estaba exento a los peligros que supone tener un móvil a esta edad, estos no se pueden comparar a los que estamos expuestos hoy en día.
En aquel entonces prácticamente no existía el acceso a Internet a través de una conexión móvil, algo que nos libraba completamente de los peligros de la web. Sin embargo, actualmente el panorama es totalmente distinto, los teléfonos ya son inteligentes, y cada vez es más raro ver personas con móviles que no admitan algún tipo de conexión a Internet.
Asimismo, la edad para tener nuestro primer móvil ha disminuido producto de lo cómodo y práctico que supone darle un teléfono a nuestros hijos, para poder estar comunicados con ellos en cualquier momento y casi de cualquier forma.
Esta comodidad, y lo fácil que es acceder a Internet han hecho que los niños de ahora estén expuestos a una innumerable cantidad de peligros, de los cuales es nuestro deber protegerlos.
No basta con solamente darles el móvil y llamarlos para saber que están bien, hay que hacer algo más para protegerlos de todo el contenido inapropiado que abunda en Internet.
Y aquí es cuando entra en juego el control parental. Un término que se ha puesto muy de moda, y que engloba funciones y aplicaciones que en un par de minutos nos permiten poner una barrera entre los peligros de Internet y nuestros hijos.
El control parental nativo de Android
Por extraño que parezca, la opción de control parental nativa de Android tardó un poco en llegar.
Cuando llegó, lo hizo bajo el nombre de Google Family Link. Se trata de una aplicación que de una manera muy sencilla, nos permitirá definir algunas reglas básicas para regular el uso que nuestros hijos le dan a cualquier dispositivo móvil.
Google Family Link nos permitirá entre otras cosas, limitar la descarga de aplicaciones, filtrar el contenido que puedan ver, vigilar las aplicaciones que se utilizan o bloquear los dispositivos de forma remota.
El único inconveniente de Google Family Link para ser utilizado como aplicación de control parental, es que actualmente no está disponible en todos los países.
Control Parental a través de aplicaciones
Si queremos algo más especializado, podemos optar por alguna de las aplicaciones que tenemos disponible de control parental.
Una de las más reconocidas ahora mismo son Kids Place y Qustodio. Ambas tienen funciones similares, por lo que indiferentemente de la que elijamos, contaremos con un mejor nivel de protección que utilizando el control parental nativo de Android.
Con estas aplicaciones por ejemplo, podremos establecer horarios de uso, limitar la descarga y uso de aplicaciones, filtrar contenido de Internet, geolocalización, limitar el uso de datos y conexiones, motorización de aplicaciones y redes sociales, entre muchas cosas más que nos ayudarán a mantener a los niños alejados de los peligros de Internet.
Lo mejor de todo, es que una vez definidas las reglas, tan solo tendremos que colocar una contraseña, que evidentemente no deberemos compartir con nuestro hijo o hija, y ya todo quedará listo, no tendremos que preocuparnos porque la aplicación se cierre de forma accidental o intencionada, ya que están hechas para prevenir su cierre aun cuando el móvil sea reiniciado.
Como vemos, tenemos a la mano alternativas para prevenir que nuestros hijos accedan a contenido que no deberían ver a su edad, o para limitar los riesgos que supone el acceso no restringido a Internet, por lo que es nuestra responsabilidad ponerlas en práctica para ayudarlos a tener una vida digital que esté acorde a su edad.