Sigma Art 50-100 mm f/1.8, análisis con vídeo
¡Uhhhhhh, pedazo bicho! Hemos probado uno de los objetivos que más nos han gustado en estos 3 años y medio de vida del blog, una auténtica bestia ha pasado por nuestras manos, y la verdad es que es uno de los productos más interesantes y a los que le he sacado más partido durante todo el tiempo que llevo en esto de la tecnología y los vídeos. En este caso os estoy hablando del objetivo, Sigma Art 50-100 mm f/1.8, una auténtica bestia en esto de la fotografía, un objetivo realmente caro, no pensado para todos los usuarios, pero uno de los objetivos más interesantes que hay en el mercado, de las pocas opciones en objetivos zoom con tanta luminosidad, y una auténtica maravilla para fotografía y vídeo.
Después de haber probado ya varios objetivos de la gama Sigma Art, algunas de las mejores lentes fijas del mercado, y en otros casos, el hermano pequeño de este, como es el Sigma Art 18-35 mm f/1.8, parece que ya sabemos bastante de esta gama de objetivos como para tenerles cierto cariño, aunque siempre somos sinceros. ¿Quieres saberlo todo de este pedazo de objetivo? ¡Allá vamos!
Empezamos por lo primero, qué vemos y qué sentimos con el Sigma Art 50-100 mm f/1.8 en la mano, y lo primero que sentimos es un objetivo bien acabado, y lo primero que sentimos es mucho peso. Los materiales con los que está fabricado este Sigma Art son estupendos, buenos acabados, con una buena combinación de metal y plástico en algunos pequeños elementos, enganche metálico, los diales son grandes y cómodo –y parecen duraderos–, el control de selección de enfoque está bien situado y es cómodo, en general todo está realmente bien pensado y ejecutado. Hasta el enganche para el trípode tiene un acabado muy bueno.
Por el lado «negativo», hay que entender las necesidades de fabricación de un objetivo de este estilo, tenemos que decir que cuenta con un tamaño y pesos algo excesivos, no es un gran problema, pero quizás le sobran unos gramos para ser cómodo. La realidad es que lo que más llama la atención es la gran diferencia de acabados con los objetivos Sigma de hace una década, y eso es algo que vemos en toda la gama Sigma Art, y nos alegra mucho.
Seguimos con el enfoque de este Sigma Art 50-100 mm f/1.8, seguramente el punto más fojo que tiene el objetivo a nivel de rendimiento, a ver si nos entendemos, no es un problema, el objetivo funciona bien, no vamos a perder un enfoque por culpa del objetivo, pero viendo a donde llegan algunos otros fabricantes, la verdad es que en vídeo no tiene nada que hacer frente a estos nuevos objetivos de Canon y Nikon, y en fotografía funciona de una manera correcta, lo mejor, que es bastante certero, no hay problemas de ajustes ni cosas raras que suceden en otros.
No nos gusta mucho hablar de hardware en The Groyne, así que os dejo el enlace a la página oficial del Sigma Art 50-100 mm f/1.8 por si le queréis echar un vistazo a todas las especificaciones y yo os comento lo que me parece más interesante. Contamos con un diafragma de 9 palas curvas que nos ofrece un buen bokeh y todos los cristales de baja dispersión y correctores necesarios para conseguir una imagen nítida, sin aberraciones y con una deformación geométrica mínima, la verdad es que para tratarse de un zoom 50-100 mm, la deformación está realmente controlada.
En este caso hablamos de un objetivo para cámara APS-C, es algo que hay que tener muy en cuenta, ya que se trata de un objetivo que en las cámaras Full Frame genera recorte, teniendo «problemas» para usarlo en la mayor parte de cámaras de este tipo, algunos fabricantes se llevan mejor que otros con estos pequeños problemas. En mi caso lo he probado en Nikon, y en 100 mm no genera casi viñeteo, pero por debajo de 70 no se puede utilizar si no piensas en el recorte automático de la cámara o en realizarlo después en edición. Es un objetivo seguramente muy adecuado para aquellos amantes del vídeo, y que cuentan con cámaras con este tamaño de sensor.
Hablando de la calidad de imagen de este Sigma Art 50-100 mm f/1.8, la realidad es que hay que hablar maravillas, la calidad mínima que ofrece es muy alta, da igual la distancia focal que utilicemos, no notamos diferencias, y ya desde la apertura máxima –f/1.8–, la calidad es muy buena. Evidentemente cuando cerramos un poco el diafragma la calidad mejora, llegando a ofrecer un rendimiento espectacular entre f/2.8 y f/8. Es sin ninguna duda uno de los mejores objetivos de distancia focal variable del mercado, y uno de los más interesantes gracias a su gran apertura constante.
Conclusiones Sigma Art 50-100 mm f/1.8
Uno de los mejores objetivos del mercado específico para cámaras APS-C, pero sin duda un objetivo muy específico para un nicho muy concreto marcado por su elevado precio. A muchos usuarios les gustará, y verán que su peso no es un problema viendo la calidad de imagen que ofrece y la grandísima construcción con la que cuenta, pero gastarse 1.000 euros para un objetivo específico para cámaras APS-C no será lo más sencillo para muchos.
Fuera de esta «reflexión», si quieres un objetivo para cámaras APS-C, con gran calidad sin mirar mucho el precio, que te permita manejarte en el plano medio sin meterte mucho en el espacio del sujeto –es un 75-150 mm equivalente, perfecto para retrato–, que aporte una gran calidad de imagen, que tenga buen bokeh, que sea rápido –f/1.8 en toda la focal–, que tenga un buen enfoque y que te permita hacer fotografía y hacer vídeo de calidad, la realidad es que este Sigma Art 50-100 mm f/1.8 es una auténtica maravilla.