Varios instagramers enferman luego de bañarse en un lago contaminado en Galicia
Hay gente que de verdad está dispuesta a hacerlo todo por un poco de fama, incluso a poner en riesgo su integridad. Varios instagramers enferman luego de echarse un chapuzón en un “lago” de Galicia. Irritaciones cutáneas y problemas estomacales es el precio que han tenido que pagar (hasta ahora) los arriesgados instagramers por una foto en estas aguas color turquesa.
Resulta que el lago del Monte Neme no es más que una mina abandonada de Wolframio, que estuvo en funcionamiento desde la Segunda Guerra Mundial hasta el 2012. Los nazis utilizaban esta mina para extraer materiales con los cuales fabricaban armas y municiones.
«No vimos ningún cartel ni nada por el estilo que prohibiera el baño», comentan algunos usuarios que pasaron semanas enfermos: «nos salieron ronchones, vómitos…». «Dos semanas con una reacción alérgica», dice otro, tras los comentarios que le avisan que esos baños podrían tener «consecuencias a largo plazo».
Los efectos del Wolframio en el organismo
El wolframio o volframio, también conocido tungsteno, es un elemento químico de número atómico 74 que se encuentra en el grupo 6 de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es W. Es un metal escaso en la corteza terrestre, pero sus efectos en nuestra salud pueden llegar a ser importantes.
La exposición aguda al tungsteno puede causar alergias y quemaduras graves en la piel. Si se llega a consumir, entonces las manifestaciones clínicas predominantes serán los vómitos y los episodios de diarrea. Como el metal no es abundante en la superficie terrestre, existen pocos estudios que revelen sus efectos a largo plazo, sin embargo, los expertos aseguran que seguramente puede provocar enfermedades mucho más graves.
Un Instagramer hace un día a día de sus baños en el lago
El caso del instagramer @izzyandtai es el que más me ha llamado la atención de todos. Desde un principio desestimó que el agua del lago pudiera tener algún efecto nocivo para su salud, y decidió demostrarlo bañándose en él diariamente. Día tras día publicaba una foto de sus chapuzones, pero, ya en el cuarto día, comenzó a aparecer una erupción extraña en su piel y algunas quemaduras.
Definitivamente, el precio por algunos likes y follows puede llegar a ser extremadamente caro. Pero parece que siempre hay alguien listo para pagarlo.