Llegan los televisores 8K, eso sí, cargados de polémica
La IFA es una de las ferias de muestras industriales más antiguas en Alemania. Año tras año vemos que en ella el protagonista indiscutible es el electrodoméstico rey del hogar: el televisor. Este año no ha sido diferente y, cuando apenas nos estamos acoplando a la tecnología 4K, resulta que presentan a los dueños del futuro: los televisores 8K.
En los nuevos televisores 8K, la cantidad de pixeles se duplica respecto a los anteriores 4K, obteniéndose así una imagen bastante nítida.
Un poco apresurado
Aunque nos parece fenomenal que las empresas sigan invirtiendo en el desarrollo de mejores tecnologías, la verdad es que la salida al mercado de estos televisores 8K es un tanto apresurada. Resulta que son pocas las plataformas que ofrecen contenido en 4K, ya que la mayoría de hogares no tienen una conexión a la red capaz de soportar imágenes en esta resolución, mucho menos al doble.
De esta forma, aunque ya existen algunos videos en 8K (se cree que en YouTube hay unos 5 000), no hay forma de hacerlos llegar a la inmensa mayoría de los hogares.
El debate está sobre la mesa. Algunas empresas, como Philips, opinan que no van a comenzar a producir televisores 8K hasta que se encuentre más contenido para ellos y conexiones de red con la capacidad de transmitirlo.
Ojito con el precio de los televisores 8K
Como hacen con cualquier tecnología innovadora, las empresas van a intentar recuperar la inversión lo más rápido posible. Esto implica que el precio de salida de los televisores 8K va rondará los 5 000 y 20 000 euros, según los modelos de 65, 75 o 85 pulgadas.
El primero en estar disponible en España será el Samsung Q900R desde este mismo octubre, mientras que el LG aterrizará en el transcurso del 2019.
En lo personal me quedo con el 4K, por lo menos hasta que pase la fiebre del 8K y los precios oscilen entre rangos razonables.