Las pulseras y apps de fitness se convierten en las nuevas enemigas del pentágono
Hace unos meses se conoció que un número importante de bases militares secretas de EEUU habían sido expuestas por Strava, una de tantas apps de fitness que registra la localización de quienes la utilizan. Desde ese mismo momento el pentágono tomó cartas en el asunto y comenzó a estudiar la cuestión.
El Departamento de Defensa considera a las pulseras y app de fitness como un problema para la seguridad nacional. Es por ello que, tras meses de deliberación, el Pentágono ha emitido una orden ejecutiva con efecto inmediato que prohíbe a todo el personal militar desplegado en zonas operacionales el uso de las funciones de rastreo en sus móviles. También se encuentra totalmente prohibido cualquier gadget relacionado con el fitness.
En cuanto a las bases militares que se ubiquen fuera de zonas operacionales, el Pentágono indica que los servicios de geolocalización podrán permitirse a discrecionalidad del comandante de la base.
“De forma inmediata, el personal del Departamento de Defensa prohíbe a su personal utilizar funciones de geolocalización en dispositivos, aplicaciones y servicios emitidos por el Gobierno y no gubernamentales, mientras se encuentren en lugares designados como áreas operativa.” Se puede leer en el comunicado de prensa enviado por el Pentágono.
A estudiar las apps de fitness
Los soldados norteamericanos reciben una preparación bastante completa. Incluido un curso de ciberseguridad. A raíz de esta filtración de información sensible, ahora su entrenamiento también contará con información sobre las apps de fitness, haciendo énfasis en lo delicado que puede ser su uso.
Aunque el caso de Strava fue el detonante, ya desde hace un tiempo muchos expertos venían advirtiendo sobre los peligros que suponían tecnologías como el Internet de Las Cosas para la seguridad de las tropas.
Es de esperarse que en los próximos meses otros países tomen medidas similares. Sobre todo aquellos que de alguna manera son aliados a EEUU.