Viviendas hasta un 50% más económicas gracias a lo último en tecnología
Las impresoras 3D llevan muy poco entre nosotros, pero es evidente que están aquí para quedarse. Las cosas que se pueden crear con estas maravillas de la tecnología son casi infinitas: Órganos, aviones, automóviles y, ahora también, viviendas en 3D.
Un equipo de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en Holanda, desarrolló todo un sistema que permite imprimir en 3D casas de hormigón. Estas «viviendas en 3D» saldrán a la venta próximamente y, según han dejado caer sus responsables, son un 50% más económicas que las casas construidas de manera tradicional.
El primero de estos innovadores hogares ya está en pie y, a pesar de no contar con un diseño arquitectónico tan sofisticado, posee tres dormitorios muy bien distribuidos entre sus 95 metros cuadrados. A medida que vaya avanzando el proyecto sus diseñadores prometen variar el modelo de las viviendas dependiendo del gusto de los compradores. Algo así como casas personalizadas por un muy bajo precio.
En la primera semana que salieron al Mercado, 20 familias se anotaron en la lista de espera. Una cifra más que prometedora para un proyecto tan innovador.
¿Cómo se hacen las viviendas en 3D?
Primero toca diseñarlas, y para ello los arquitectos encargados pueden trabajar desde cualquier lugar del mundo, basta con que conozcan las dimensiones del terreno sobre el cual se va a construir. Luego es tiempo de ponerse manos a la obra, en este momento la constructora holandesa Van Wijnen hace uso de una impresora 3D, que no es más que un enorme brazo robótico con una boquilla adaptada para emitir un concreto específicamente formulado para el proyecto.
El cemento se va imprimiendo capa por capa de acuerdo con el diseño, hasta llegar a formar una pared con las tuberías y otras instalaciones incluidas. Con este tipo de tecnología se evita gastar más material del necesario y, además, se prescinde del uso de mano de obra humana que cada vez es más escasa en los Países Bajos.
La impresión de viviendas en 3D le permite a los arquitectos jugar un poco más con los diseños, por lo que no es de extrañarnos que el modelo de casa que tenemos en nuestra imaginación quede en el pasado dentro de unas cuantas décadas.
Si la arquitectura tradicional te aburre y no cuentas con un mega presupuesto, las viviendas producidas por impresoras 3D son tu mejor opción.