Si tienes un PC no deberías comprar la Xbox One X, ¿sabes por qué?
Mientras veía la conferencia de Microsoft en el E3 2017, pensaba en lo bestia que era la nueva Xbox One X, y al mismo tiempo pensaba que más le valía a Sony tener algo preparado, si no quería un papel secundario en la conferencia de este año.
Más allá del cliché de decir que la Xbox One X, anteriormente llamada Project Scorpio, es la consola más potente construía a la fecha —vamos, todo lo último que sea de gama alta tiene que ser lo más potente construido a la fecha, ¿no?—. Hay que decir que la nueva consola de Microsoft tiene todos lo necesario para que por fin un producto de este tipo pueda competir con un PC.
Pero pisemos con cuidado, porque la Xbox One X podría haber dado un paso en falso sin tan siquiera haber llegado a las tiendas.
Potente, con un diseño exquisito, retrocompatibilidad incluso hasta con mandos de anteriores generaciones, y como dijeron hasta el cansancio en durante el E3 2017, con resolución 4K nativa.
A todas estas cualidades hay que sumarle lo que podría ser la característica más importante de todas, hasta 22 juegos exclusivos para Xbox One X.
Sin embargo, aquí es donde hay un poco de trampa, y también donde vemos que la estrategia de Microsoft se enturbia un poco. Veamos.
Yo tengo la PlayStation 4, porque de alguna forma Sony me ha creado la «necesidad» de tenerla. Si quería jugar Uncharted 4, Bloodborne, Horizon Zero Dawn, o si por el contrario quiero jugar cuando salgan a la venta God of War, Days Gone o algún otro juego dentro de la lista de exclusivos de la consola de Sony, no tengo más remedio que tener una PlayStation 4.
Lo mismo ocurre con la Nintendo Switch, si queremos jugar Zelda BOTW, tenemos que comprar esta consola, ya que el juego no está disponible en ningún otro lado.
Caso contrario ocurre con la Xbox One X y sus exclusivos, si prestamos atención a lo que nos contaba Microsoft, todos y cada uno de los juegos que saldrán para su nueva consola, también estarán disponibles para PC, lo que deja en entredicho el carácter de exclusividad de estos juegos.
En este sentido, todo aquel que tenga un ordenador con Windows 10 con la suficiente potencia como para correr estos juegos, no tendría ninguna necesidad de hacerse con la Xbox One X. De esta forma, Microsoft se estaría reprimiendo ella misma de abarcar un mercado mayor de lo que podría.
Como dije al principio, la Xbox One X es una auténtica bestia de consola, y no dudo que el precio que se le ha puesto, 499$, sea justo para las especificaciones que tiene. Un smartphone de gama alta, ahora mismo cuesta el doble, por ejemplo.
Sin embargo, el problema que tiene esta consola y que ha sido quizás el lastre Microsoft durante todo el ciclo que está durando esta generación de consolas, es el tema de los juegos y su exclusividad.
Es posible que exista la sensación de que Microsoft domina el mercado gaming de PC, que de hacho aquí no tiene rival, junto con una buena participación en el nicho de las consolas.
Pero la verdad, pareciera ser más común que encontremos más personas con ordenador y PlayStation 4 o Nintendo Switch, que gamers que tengan una PC y al lado una Xbox, esto último no tendría ningún sentido.
Los juegos son los que venden a las consolas, sino pregúntenle a Nintendo, y esto es algo que debería tener muy claro Microsoft antes de meterse el pie ella misma.
La Xbox One X es una pedazo de consola, de eso que no nos quede duda, pero su problema antes de salir al mercado, es que para un sector gamer, los que ya tienen un PC, no hay ningún juego que justifique su compra, y esto es un error por parte de Microsoft.