¿Es necesario que las tablets reemplacen a los ordenadores?
El nuevo iPad Pro es uno de los anuncios más interesantes del WWDC17. Muchos podrían pensar: «otro iPad más», y sí, es una nueva versión de uno de los mejores y más disruptivos productos de Apple, con permiso del iPhone evidentemente.
Aparte de las nuevas especificaciones, ¿qué hace tan especial al nuevo iPad Pro, si al final es «solamente» un iPad más?.
En lo que deberíamos fijarnos, es en el hecho de que todas las mejoras a nivel de software, hardware y sobre todo, en funcionamiento y la forma con la que se interpreta el uso de este nuevo iPad, nos está llevando a eso que «todos» pedimos y parecemos querer, es decir, que finalmente llegue el día en que las tablets reemplacen a los ordenadores portátiles.
Pero, ¿de verdad queremos que llegue este día?
A mi sinceramente, no me parece necesario.
El hecho de que las tablets reemplacen a las laptops es hasta cierto punto redundante, y no nos llevaría a nada nuevo, más bien nos metería en un ciclo donde no habría ningún tipo de innovación llegado a cierto punto.
El problema con las tablets, en especial en las que usan Android como sistema operativo, es que con el aumento en el tamaño de las pantallas de los teléfonos móviles, se han quedado en tierra de nadie.
Desde hace tiempo no son ni una cosa ni la otra, la brecha que las separa de los móviles y las convierte en un sustituto de estos, especialmente para el consumo multimedia y temas de productividad, es cada vez más corta y difusa.
Por otro lado, la mala optimización de software y aplicaciones adaptadas a su tipo de pantalla, hacen que no sean una opción a valorar para los que quieran un entorno de trabajo más sólido y robusto.
Estas y algunas razones más, son las principales causas por las cuales desde hace ya un buen tiempo, los fabricantes le están buscando una razón de ser a las tablets. Siendo la idea adoptada por unanimidad, la de convertirlas en el reemplazo a futuro de los ordenadores portátiles.
Es digno de aplaudir todo el empeño que se ha puesto para mejorar y optimizar todo lo que se puede hacer con una tablet, en este sentido Apple lleva la bandera, se lo ha ganado gracias a que ha sido uno de los pocos, si no el único, que ha logrado la integración más funcional de hardware y software a la fecha.
Pero el hecho de seguir mejorando las tablets, sean del fabricante que sean, no nos lleva a ningún lugar que no hayamos conocido con anterioridad.
Alguna vez te has preguntado: ¿para qué queremos que las tablets reemplacen a las laptops si al final tendríamos una laptop?.
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?, haciendo la analogía, podríamos decir que los ordenadores portátiles son la gallina y las tablets son el huevo. En este sentido, cuando el huevo en este caso las tablets, terminen su desarrollo siguiendo el camino que le estamos labrando no tendríamos más que una gallina, es decir, una laptop.
De hecho este pico evolutivo ya nos lo está mostrando Microsoft con la Surface Pro, un dispositivo que en esencia no es más que una laptop con un teclado removible, o dicho de otra forma y guardando las diferencias en cuanto a potencia, es un iPad Pro con funda y teclado, o una Samsung Galaxy Tab S3 con teclado externo, ¿me sigues?.
Muchos podrían tener como excusa que las tablets, o el iPad Pro, tienen un tamaño que las hace más portátiles, y esto es totalmente cierto. Pero lo que pasa, es que este concepto de movilidad tampoco es nuevo.
Ya hace algún tiempo que existieron las Netbook, unos ordenadores de tamaño reducido, pero con suficiente poder para conectarse a Internet y realizar tareas de ofimática y productividad, es decir, casi una tablet actual (el teclado no se podía remover y no tenían pantallas táctiles).
Y si a esto le sumamos que ahora mismo, tenemos opciones como las MacBook o la Surface Laptop, ordenadores portátiles ligeros, pequeños y potentes, la idea de que las tablets reemplacen a los ordenadores, para mi, tiene cada vez menos sentido.
¿Qué hacemos con las tablets entonces, tienen sentido todavía?
Quizás si o quizás no, depende de cada quien. Lo único que está claro es que el tamaño de las tablets ya no puede ser menor a 8 pulgadas. Ahora mismo, con las dimensiones de los smartphones actuales, poco sentido tiene comprar una tablet de 7 pulgadas.
Quizás las tablets ya han alcanzado todo su potencial, y sólo deberían quedarse como una buena opción para ver películas en el avión, o para tareas de productividad y ofimática de un nivel medio.
Querer ir más allá de esto, sería perder tiempo y esfuerzo en crear algo que tenemos desde hace años.