Como tenéis toda la información en el vídeo, y está bastante bien explicado, no porque lo haya hecho yo, sino porque creo que está bien, vamos a enfocar esta comparativa de una manera algo diferente. No os vamos a hablar tanto de cada punto por separado. Vamos a enfocarlo en a marcar las pequeñas diferencia del uso y del día a día en los apartados según si son mejores en un terminal o en el otro. Vamos a comparar el Samsung Galaxy A51 con el Samsung Galaxy A71.
En muchos casos serán pequeños detalles que marquen la diferencia, en otros serán grandes elementos que marquen que un terminal es mejor que el otro. Así que sin más, vamos con los apartados.
Precio: en muchos casos el factor más determinante. Muchas veces las consultas que me hacen empiezan con, solo quiero gastar 300 euros –o la cifra que sea–. Aquí hablamos de unos 100 euros de diferencia, puede que algo menos. Y eso sin duda será un factor más que importante para todos aquellos que quieran un smartphone Samsung. El A51 ha sido de los teléfonos más vendidos en el mundo durante la primera mitad del año 2020, y es por este factor, la barrera de los 300 euros –400 dólares en los Estados Unidos–.
Software: aquí tenemos la capa de personalización One Ui con la versión 2.1 en los dos casos. No hay más que añadir, en los análisis os contamos algo más, pero nos gusta bastante.
Pantalla: la realidad es que sobre el papel no son igual y si las miras tampoco. Pero las dos tienen los mismos puntos fuertes y los mismos puntos débiles. La del A51 es un poco más azulada por ser una Super AMOLED, mientras que la del A71 es algo más neutra por ser una Super AMOLED Plus. Usan diferentes matrices para unir los sub-píxeles de color a la hora de hacer la matriz. Pero lo que ve el usuario, sin comparar una con la otra es, un buen panel, con buenos colores, unos ángulos de visión excelentes y un brillo máximo que la hace usable en cualquier situación.
Batería: poco hay que decir, el A51 cumple y el A71 se pasa el día sobrado. Diferencias en la batería a nivel de capacidad y diferencias en la optimización y el consumo en reposo. No hay mucho más que decir.
Rendimiento: parece que aquí el Snapdragon 730G está mucho mejor optimizado que el procesador propio de Samsung que monta el A51. Son diferencias notables en el día a día, en especial con transiciones, abrir aplicaciones y todo eso. La RAM, 3 GB frente a 6 GB, también pueden ser determinantes. En cuanto a potencia bruta, no hay diferencias, los dos procesadores son parecidos a nivel de músculo, es un tema de que Samsung optimice. La realidad es que lo ha estado haciendo y las diferencias son menores, el A71 mejoró 1 paso, y el A51 mejoró 2, pero sigue un par por detrás.
No hay duda en este sentido, que entre estos dos terminales el A71 es mejor dispositivo. La diferencia no es tan grande, y hay pequeños detalles que te pueden hacer inclinarte hacia el A51, como por ejemplo su tamaño, más compacto o quizás su precio, donde estamos hablando de cerca de 100 euros de diferencia. Son dos detalles que no se pueden valorar de manera general, y que para cada usuario será importante determinar si eso es suficiente para decantarse por uno.
Por contra el hermano mayor tiene mejor batería, cámara, rendimiento y pantalla –aunque aquí la diferencia real es mínima–. Pero claro, es 100 euros más caro, y también más grande, y ya nos estamos empezando a mover en unos tamaños que son muy complicados para adaptar a cualquier usuario.