Vídeos virales, ¿enfermos sin cura?
Ronaldinho pateando varias veces consecutivas al travesaño de una portería, un bebé británico mordiendo el dedo de su hermano mayor mientras este vive episodios cíclicos de dolor/placer, una cría de panda estornuda y la madre casi muere de un infarto, una naranja antropomórfica saca de quicio durante casi dos minutos a una pobre manzana indefensa. ¿Sabes qué tienen en común? Todos ellos fueron en su momento vídeos virales.
Un video viral no es más que una grabación que ha sido ampliamente difundida en muy poco tiempo a través de Internet. Las redes sociales como Facebook, Twitter, Google+ y algunas otras de vídeo como YouTube o Vimeo, han facilitado en gran medida el poder de viralización de estos vídeos. Suelen ser de carácter humorístico y, aunque pueden proceder de programas televisados, lo más frecuente es que sean vídeos aficionados subidos sin la intención de causar tal impacto.
Un estudio hecho por la compañía de análisis BuzzSumo, con una muestra de 100 millones de publicaciones realizadas en las redes sociales en el transcurso del 2017, demostró que la gente está compartiendo cada vez menos contenido en ellas. Y de todo el contenido, el más afectado es el de los vídeos virales, de hecho, tienen un 50% menos de potencial social que el que tenían hace un par de años.
¿A qué se debe? Es difícil precisarlo, lo más probable es que sea multifactorial. Por un lado los usuarios parecen estar ya cansados – o saturados – del material irrelevante de los vídeos virales y buscan cada vez con mayor frecuencia contenido original y de calidad. Por otra parte, el cambio en el algoritmo de Facebook ha provocado que numerosas marcas pierdan gran parte de su tráfico y del engagement que generaban.
No todo está perdido
Aunque el futuro de los vídeos virales se antoja turbio, existen áreas en las que las personas aún parecen estar dispuestas a seguir compartiendo material. Resalta el propio informe que los vídeos musicales y los temas políticos siguen generando mucha interacción por parte de los usuarios de redes sociales.
¿Le llegó el fin a los vídeos virales? Únicamente el tiempo tiene esa respuesta. Por ahora prepárate para seguir encontrando vídeos de niños como David hablando chorradas bajo los efectos de la anestesia.