Parece que ahora que empieza el buen tiempo muchos empezáis a mirar cómo va eso de las gafas de sol de "precios contenidos", y entre esas, nosotros hemos probado varias, la realidad es que tenemos una clara ganadora, el modelo de Siroko es el que más nos gustó durante todo el verano de 2016, y tanto fue así que son las gafas que yo uso de manera habitual. Además de ser nuestras ganadoras y mis favoritas, parece que en esta primavera Siroko está llegando con fuerza a los consumidores, o al menos eso parece en nuestras búsquedas y en el tráfico de los artículos que hemos hecho al respecto.
Así que por todo eso queremos hablar un poco de unas gafas que son "baratas", y sobre las que muchos tendréis dudas si vale la pena comprarlas. En este caso yo tengo dos modelos diferentes, el Ocean y el Chocolat, el Ocean me encanta, lo uso mucho y está siempre de la bolsa a la chaqueta, de la chaqueta a la mochila, de la mochila a la maleta, y por todos los lados que todo, piso o visito. En este caso, la realidad es que en algunas esquinas ha perdido un poco de color, pero siendo sincero, no lo he cuidado bien, son unas gafas que llevan muchas horas de viaje encima, y que van dentro de la mochila de la cámara, con la cámara, el portátil, el cargador, etc... sin la funda.
En el caso de las Chocolat, las suelo tener en el coche, y en ocasiones puntuales las llevo cuando me voy de viaje, con su funda, guardadas y con más cuidado, no por nada, sino por el tipo de uso que le he dado en estos meses de uso. En este caso, usándolas con cuidado, el modelo Chocolat está como el primer día. No tenemos problemas en los cristales, ni en la montura, todo perfecto, en su sitio y en perfecto estado de conservación.
¿Cuál es el resumen que podemos hacer? Pues si las tratas con cuidado, estas gafas Siroko no tienen el más mínimo problema para durar unos meses o un año --y seguramente más--, si por contra las tratas con poco cuidado, pues pasa lo mismo que con todas las cosas, se deterioran y el paso del tiempo, se hace evidente.