Hace algo más de un año la coreana LG nos presentaba el LG G3, un terminal que traía muchos puntos fuertes; como una gran pantalla, un excelente rendimiento o una magnífica cámara; y algún punto más flojo, como lo era su autonomía y el apartado del audio.
Esta misma primavera LG presentaba el siguiente paso en la evolución de su «flagship», con un G4 que mejoraba los puntos fuertes ya planteados un año antes, pero que se mantenía estancado en esos elementos que llegan cojos del modelo anterior, montando una batería del mismo amperaje y con un altavoz cuya situación sigue sin gustarnos.
Puede que por números esta batería de Li-ion con 3000 mAh parezca suficiente, también lo parecía en el G3, pero una pantalla tan exigente, como es esta IPS QuadHD, y un procesador de alto rendimiento hacen que exprimamos al máximo la autonomía de este terminal, y que agradezcamos que esta sea extraíble para contar con una de repuesto. En este punto hay que destacar que la elección del Qualcomm Snapdragon 808 de seis núcleos juega a favor de un menor consumo y calentamiento que si hubieran elegido el 810, como el HTC One M9, que ha presentado problemas en estos aspectos.
El terminal presenta unos buenos números en cuanto a consumo en reposo, donde tardaremos unas 7-8 horas en consumir un 10% de batería. Eso se traduce en que dando poco uso a nuestro smartphone, con redes activas pero poco tiempo de pantalla, podremos alcanzar de 2 a 3 días de autonomía, unos tiempos que no están nada mal viendo lo que ofrece la competencia, y que nos serán útiles si por cualquier motivo no tenemos posibilidad de recargar nuestro teléfono y queremos reservarlo para alguna emergencia.
El mayor problema, como casi siempre, lo encontramos con un uso intensivo de pantalla. Sobre todo si utilizamos alguna aplicación pesada, que tire en exceso de redes, donde el consumo se dispara en torno al 20% de batería cada hora, incluso algo más si estamos en algún lugar con cobertura deficiente. Esto viene a darnos unas 5 horas de uso de pantalla, con lo que si dependemos en exceso de nuestro G4, o hacemos un gran consumo de contenido multimedia, nos costará llegar a final del día.
Otras actividades que harán peligrar nuestros niveles de batería son la gestión de varias cuentas de usuario, el utilizar nuestro smartphone como monitor deportivo o reproductor de música y o el nivel de brillo que apliquemos a la pantalla. Para mitigar esto tenemos 3 puntos que nos gustaría destacar para bien en este G4; el primero es un sencillo modo de ahorro de energía, en el que elegiremos simplemente el porcentaje de batería a partir del cual entre a funcionar y si queremos que restrinja las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano o no, un modo como decimos sencillo, pero que nos hará apurar ese último aliento de carga; otro punto a favor es la carga rápida, que la podemos tener completamente cargada en menos de hora y media; y sobre todo el de contar con una batería extraíble, algo muy demandado por un gran sector del mercado.
Como vemos la experiencia en cuanto a autonomía no aleja demasiado este G4 de algunos de sus principales competidores, los hay mejores pero también peores, aunque sí que es cierto que al tratarse de uno de los pocos puntos flojos del modelo anterior, el G3, esperábamos algo más de cuidado en este aspecto por parte de la compañía coreana, y a pesar de que ellos defienden que esta batería nos durará un 20% más que en el modelo del año pasado, creemos que optar por una cercana a los 3600 mAh habría sido más acertado.
¿Os parecen suficientes estos números para la gama alta? ¿Habríais preferido sacrificar algo de resolución o de tamaño del terminal en favor de una mejor autonomía?