Google justifica el precio del nuevo Nexus 6, y puede que no le falte razón
Los meses de septiembre y octubre han sido una completa locura en cuanto a tecnología se refiere. Sabíamos que íbamos a ponernos las botas con la enorme cantidad de presentaciones de nuevos productos, pero las noticias alrededor de algunos de ellos nos han cogido totalmente desprevenidos.
Es el caso del nuevo Nexus 6, un terminal de prácticamente 6 pulgadas que llega de la mano de Motorola y Google para demostrar cómo debe ser un producto estrella para el final de este curso. Los dispositivos Nexus han servido comunmente para marcar el camino al resto de fabricantes, tanto a nivel de hardware como a nivel de software, ya que siempre han sido presentados con la última versión Android del momento.
Google definió una estrategia muy peculiar y atractiva para los consumidores con sus Nexus 4 y Nexus 5, ambos dos terminales punteros en el momento de su salida y cuyos precios se encontraban muy por debajo del resto de la competencia de gama alta. Las unidades se agotaban prácticamente en las horas posteriores a su salida oficial al mercado, y muchos usuarios aprovecharon la coyuntura para conocer de primera mano estos interesantes productos «made in Google».
Pero todo ha cambiado. El Nexus 6 fue presentado recientemente con una etiqueta superior a los 600 dólares, algo que a todos nos dejó boquiabiertos tras habernos acostumbrado a precios mucho más atractivos y, sobre todo, asequibles. No obstante, el precio del terminal hace justicia a su hardware así como al buen soporte que Google proporcionará a este dispositivo. Pero queríamos más explicaciones.
Desde Cnet han podido hablar con una de las personalidades de Google encargadas del sector Android y las respuestas sobre el precio son contundentes:
«Vamos a vender el Nexus 6 de la forma en la que la gente está acostumbrada a comprar terminales»
Según el vicepresidente de Android, Google considera especialmente importante dotar a este Nexus 6 de una relevancia mediática muy superior al de modelos anteriores, ya que se trata posiblemente del salto más importante a nivel de dispositivos propios. Con esta fórmula, Google adopta el modelo de ventas empleado por el «común» de los usuarios que no es otro que el de adquirir terminales «subvencioanados» por las operadoras, donde las etiquetas de «Nexus 6 por 200 euros y 24 meses de contrato» se antojan muy suculentas.
Bien es cierto que a la larga, esto puede perjudicar al bolsillo de los usuarios que no tengan en cuenta todas las letras pequeñas de sus contratos, pero, a día de hoy, son una buena parte de los consumidores los que adoptan esta forma de «financiación» o «subvención» de un terminal, más asequible para la mente de los consumidores que el hecho de pagar 300, 350 o 400 euros de golpe y porrazo.
Personalmente creo que a la larga esto no beneficia los intereses de los consumidores, al menos aquellos que creen que un contrato con su terminal por 24 meses (una oferta «innecesaria» para el tipo de consumo que hacen) puede serles beneficioso, pero si finalmente los usuarios acaban encontrando este tipo de modelo de ventas atractivo, qué mejor que hacerlo con un terminal puntero y cuyo soporte se encontrará actualizado siempre en la última versión, algo que no muchos terminales pueden decir.
Google ha sabido jugar sus cartas, la forma en la que adentrarse como un fabricante más en el reparto del pastel de ventas de los smartphone. ¿Decepcionados? Desde el punto de vista de ahorrarnos una buena cantidad de dinero si, pero al mismo tiempo es entendible que un producto de este calibre deba ser lanzados y distribuido para que buena parte de los usuarios interesados puedan acceder de una forma u otra mediante todos los medios de distribución posibles.