¿Se puede medir la Inteligencia Artificial? Sí y aquí te explicamos cómo

¿Son capaces las máquinas de pensar? El matemático británico Alan Turing se hizo la misma pregunta en su famoso artículo “Computing machinery and intelligence” de 1950. Su curiosidad lo llevó a crear el Test de Turing, una herramienta que busca responder semejante pregunta.

¿En qué consiste el Test de Turing?

El Test de Turing no es más que una prueba en la que se evalúa la capacidad que tiene una máquina para exhibir un comportamiento inteligente similar al de un ser humano o indistinguible de este.

En la prueba participan tres protagonistas: un evaluador, un hombre y una máquina diseñada para generar respuestas similares a las de un humano. El hombre y la máquina están separados físicamente y se comunican a través de un teclado y una pantalla. El evaluador, que tiene acceso a la conversación, es consciente que uno de los participantes es una máquina y su trabajo consiste en descubrirla.

En el caso de que el evaluador no pueda distinguir entre el humano y la máquina acertadamente (Turing originalmente sugirió que la máquina debía convencer a un evaluador, después de 5 minutos de conversación, el 70 % del tiempo), la máquina habría pasado la prueba.

La prueba ya ha sido superada

En el 2014, más de 6 décadas después de que el matemático y filósofo británico se suicidara, un programa de ordenador logró convencer a un puñado de jueces de que era genuinamente humano, superándose así por primera vez el Test de Turing.

Eugene Goostman es el nombre del chatbot que engañó a más del 30% de los jueces. Estaba programado para simular la personalidad de un niño ucraniano de 13 años. Este aspecto jugó tremendamente a su favor: el chatbot se escudaba en su corta edad para suplir su falta de conocimiento en algunos temas.

No es del todo exacta

Aunque a priori el Test de Turing pueda parecer una herramienta idónea para medir la inteligencia artificial, desde su nacimiento le han llovido muchas críticas. Una de las más interesantes te la planteamos así: Imagínate que tú y una máquina participan en un chat evaluado y, luego de 5 minutos de conversación, la mayoría de los jueces determinan que, sin lugar a dudas, tu eres el chatbot.

Saca tus propias conclusiones.

Luis Alejandro Guerrero
Luis Alejandro Guerrero
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