Philips BT1300, análisis
No somos muy habituales en The Groyne por estos lares, aunque sí que está claro que nos gusta tocar cualquier producto que tenga algo de tecnológico o consumo pero os nos toca hablar de un altavoz Bluetooth inalámbrico, un dispositivo con un diseño muy atrevido y una calidad que nos ha sorprendido bastante, en este caso hablamos del Philips BT1300. Parece que el sonido inalámbrico está de moda y cada vez nos encontramos con más modelos similares a este de la firma europea, algunos buscan unas cosas y otros otras, hablamos de portabilidad, calidad de sonido, autonomía, diseño, por lo general, todos quieren ser lo más compactos posibles y ser bonitos, dos puntos importantes para convertirlos en objetos transportables, pero la realidad es que dentro de esos apartados hay mucho detallitos.
En el caso del Philips BT1300 es uno de los modelos más pequeños que encontramos dentro de las grandes marcas, hay opciones similares en Sony y puede que en alguna más, pero por lo general los tamaños actuales son un poco mayores. Sin duda hace esta opción una de las más portátiles con un precio contenido. El diseño es muy atrevido, se trata de un cubo (6 lados iguales) pero con un pequeño corte en una de las esquinas, un hexaedro truncado, cuyo corte sirve para apoyar el altavoz y tener una superficie de contacto menor con la superficie de apoyo. No sabemos si esto hace que el altavoz sueñe mejor dentro de ese tamaño y potencia, pero en este caso, sí que notamos un mejor brillo y unos graves más definidos apoyándolo. Pero no sabemos si diseñándolo para un apoyo normal, al tener menos capacidad de vibración perderíamos sonido.
El dispositivo es muy atrevido, a nosotros nos han dejado el Philips BT1300 en color azul, un azul muy intenso, con toques flúor, algo turquesa o aguamarina, o algo así, y cuenta con los detalles en color verde, tanto la barra para no golpear la membrana del altavoz, como la zona del apoyo, así como la correa –a dos colores–. Los colores son muy llamativos, y una vez lo coges en la mano te das cuenta de que el material también es diferente, un toque de goma, bastante suave y muy poco resbaladizo, ese acabado gomoso le da una sensación a la mano diferente, muy interesante y agradable. El problema del material es que se puede llegar a ensuciar bastante pero es algo a lo que nos tenemos que acostumbrar si decidimos usar un acabado tan rugoso, cualquier resto de tela o suciedad queda en la superficie.
El otro toque diferente lo tenemos en esa barra de protección de la membrana, ya comentada antes, un elemento metálico que lo único que hace es tapar la zona de la membrana que realizar el movimiento para realizar el sonido, un detalle bastante interesante y en el que se demuestra que Philips cuida los diseños. En la parte trasera podemos ver las conexiones del dispositivo, además de la zona de carga y el botón de encendido tenemos una entrada para auricular Jack de 3,5 mm, sin duda interesante, ya que es muy habitual en estos diseños no contar con entrada de audio física y estar siempre atados al sonido Bluetooth.
Cuando hablamos de la calidad de sonido de este Philips BT1300, al final lo importante cuando hablamos de un altavoz aunque todos esos temas de diseño están muy bien y hay que valorar, la realidad es que quedamos bastante contentos con el sonido que ofrece en general. Pese a ser un dispositivo pequeño, es muy agradable el sonido que ofrece, bastante brillo y la capacidad de escuchar bastante bien tanto graves como agudos, no perdemos en exceso ninguno de los dos lados del espectro, aunque sí que es cierto que en algunos momentos –y según cómo esté colocado el dispositivo–, el sonido es algo opaco. La canción o elementos que está sonado, la calidad y casi todo –hasta la superficie donde esté apoyado– influyen mucho en la experiencia, es muy sensible a cualquier elemento ya que es un dispositivo muy pequeño.
La autonomía es sin duda otro de los puntos que más nos han convencido, viendo un dispositivo pequeño y ligero como este Philips BT1300 pensábamos que podía haber problemas, pero nada más lejos de la realidad. Las varias horas de uso están garantizadas, yo en dos semanas, y he usado bastante el dispositivo, solo he tenido que realizar la carga en una ocasión, y fue al principio, no sé hasta que punto puedo valorar eso en horas de reproducción, pero el que necesite un altavoz para escuchar música una tarde, no tendrá ningún problema.
También hay que añadir que el dispositivo cuenta con un micrófono integrado para usarlo como manos libres, la experiencia no es la mejor del mundo, pero es un detalle que me ha gustado bastante y que la verdad es que no me esperaba –y menos en un modelo low-cost, ¿los auriculares grandes de mano han llegado?
Nuestras conclusiones sobre el Philips BT1300
Parece claro que se trata de un dispositivo muy orientado al ocio y al público juvenil, su precio, tamaño y diseño –con esos colores tan atrevidos y la correa para llegarlo en la mano–, hacen pensar que cuando la firma europea diseño estos Philips BT1300, pensaba en ese nicho de mercado, y para eso creemos que cumple las expectativas que puede generar. Es cierto que aquel que busque un gran sonido, a nivel de potencia, con una altavoz que cuenta con sólo 2 W no lo va a conseguir, pero a veces hay que decidir entre tamaño o potencia, Philips tiene más dispositivos de este tipo con mayor tamaño y peso –por ende potencia–, así que este se trata de el más contenido.
Por el lado malo, por citar un par de cosas, el material con el que está acabado se ensucia en exceso, parece que querían que este Philips BT1300 tuviera un extra de agarre y lo consiguieron, pero meterlo en una mochila supone que vas a tener restos de tela por la goma flotando. Por último comentar el precio, con 34,99 euros de precio de venta al público recomendado, no estamos ante un altavoz caro, viendo su calidad y la marca que tiene detrás, pero es posible que algunos vean alternativas más baratas con mejores ojos pese a perder diseño, calidad y servicio post-venta.