Alcatel One Touch Idol 3 de 4,7 pulgadas, análisis

Alcatel parece ir encontrando el camino para llegar poco a poco a los usuarios. Desde Francia con amor, la compañía sigue planteando una estrategia con terminales de gama baja y gama media, aunque hasta este año, no había conseguido atraer tanto la atención de los medios. ¿El culpable? Alcatel Idol 3, de 4,7 y 5,5 pulgadas. Hoy veremos qué motivos tiene Alcatel para presumir del terminal más compacto de su gama Idol 3, y si realmente es un fabricante que no podemos volver a perder de vista. ¡Empezamos!

Pantalla

El panel empleado por Alcatel para el Idol 3 más compacto consiste en tecnología IPS en 4,7 pulgadas con una resolución HD, que en un móvil de estas dimensiones de pantalla pueden ser suficientes, aunque tras mi experiencia con terminales más pequeños y misma resolución (4,3 pulgadas por ejemplo), o más grandes pero con resolución Full HD, las diferencias en cuanto a nivel de detalle en textos, vídeos, imágenes e incluso en algunos iconos, es apreciable.

Sus ángulos de visión son, en la mayoría de ocasiones, correctos, aunque nos encontramos con el inconveniente de que desde algunos ángulos apreciamos una pérdida del color real hacia tonos oscuros, y una pérdida de brillo, no demasiado importante, pero apreciable si lo comparamos frente a frente con otros terminales, incluso de su misma gama. En exteriores podemos encontrarnos con un nivel algo bajo para la incidencia de luz directa del sol, pero asumible para la gama de precios en la que nos movemos. No es la mejor experiencia, pero tampoco es traumática.

Los colores son bastante representativos, sin más saturación e intensidad de la necesaria, algo muy a tener en cuenta si nos gusta que la pantalla muestre los colores "tal y como son", así como si somos del gusto de querer colores más saturados pese a que pequen de ser algo "irreales", como sucede con paneles Super AMOLED.

En general es una pantalla correcta, con algunos problemas en los ángulos de visión y algo falta de nitidez, pero que compite a tú a tú con paneles de su misma gama de precios.

Diseño y dimensiones

Elegante, sobrio. Dos palabras que definen en líneas generales el acabado de este Idol 3 de 4,7 pulgadas. No es sumamente atractivo, pasaría desapercibido, pero sienta bien cuando la gente ve su parte trasera en nuestras manos. Sin llamar la atención consigue que queramos ponerlo apoyado boca abajo más veces de la que pensaba en un inicio.

La peor sensación me la he llevado al agarrar a diario este terminal, el plástico que envuelve a todo el móvil nos lleva a pensar en un terminal barato. Seamos francos, es un terminal "barato", pero los usuarios no queremos que lo parezca, o al menos no un servidor. Me he encontrado con terminales igualmente asequibles con acabados en cuanto a materiales que no me dan esa sensación, ya sea por su peso o por la poca variedad en las texturas, mi impresión final no ha cambiado.

Sus dimensiones son las de un terminal compacto con 134.6 x 65.9 x 7.6 mm y un peso muy asumible de 110 gramos. Es cierto que no estamos delante de un terminal sumamente ligero como puede ser el Wiko Highway Pure, que por cierto cuenta con un tamaño de pantalla idéntico y unas dimensiones en cuanto a su grosor muy distantes, pese a que su batería apenas se vea reducida por ello.

El estilo es bonito y puede conquistar a un público amplio, pero no me llevo las manos a la cabeza nada más cogerlo, ni tampoco siento la necesidad de mostrarlo. Pasa desapercibido, si, pero consigue alagos, y un público adulto puede verse muy beneficiado de ello.

Sonido

Fue una de las razones que os propuse para comprar este terminal. La cantidad de volumen, muy amplia, la nitidez en sus diferentes valores, así como el mero hecho de tener altavoces frontales, hacen de este Idol 3 un reproductor multimedia sumamente bueno pensando en el audio mediante altavoces, ya sea viendo vídeos o reproduciendo la música directamente.

Estamos delante de una de las mejores experiencias multimedia que he tenido con un terminal de esta etiqueta de precio. Otros terminales de HTC o incluso Google por ejemplo cuentan con altavoces frontales y una buena experiencia en este sentido, pero con precios que se alejan mucho de este Idol 3 compacto.

Cámaras

En el apartdo fotográfico, Alcatel ha decidido ponerse a la altura de la competencia en la gama media. Ha sido el año que posiblemente más se haya notado el incremente de la calidad en las cámaras de esta gama de precios, y el Idol 3 no es sino una muestra más de ello.

Nos encontramos con un sensor de 13 megapíxeles Exmor de Sony, en concreto el IMX214 que montan muchos terminales, muchímos podríamos decir, y que da unos resultados más que satisfactorios. En nuestro caso no ha sido una excepción, y gracias a una aplicación que destaca por ser sencillo, bonita, pero que además nos permite ajustar valores como la velocidad de obturación o el enfoque manual, aspectos que los usuarios más avanzados en esto de la fotografía agradecerán enormemente.

En su parte delantera nos encontramos con una discreta cámara frontal de 5 megapíxeles, sin flash, que nos podría sacar de un apuro incluso encontrarnos "adecuados" en algún selfie, pero no es la mejor cámara delantera que he visto, tampoco la esperaba en un gama media como este Idol 3.

Rendimiento y Software

¿Cómo se comporta este Idol 3 de 4,7 pulgadas en el día a día? Partamos de la base. El motor de este Alcatel es un Snapdragon 410 acompañado de 1,5 GB de RAM. 8 y 16 GB serán las opciones disponibles para su almacenamiento, aunque la primera de ellas, si un servidor tuviera que elegir, la descartaría desde el primer momento, y es que la cantidad de espacio que nos quedará disponible será muy pequeño, más aún si nos gusta instalar algún que otro juego.

En el día a día, la experiencia con este Alcatel es fluída, buena transición entre aplicaciones, entre los escritorios, abriendo y cerrando aplicaciones así como cargándolas. Sin embargo, y esto puede ser algo a un nivel poco apreciable tal vez para personas que vengan desde terminales de gama baja, es que la sensación que tengo es la de no ir todo lo fluído que otros terminales con el mismo hardware sí han conseguido, claro ejemplo de los Moto G de Motorola. Es en las propias animaciones, quizás la tasa de frames por segundo, o bien la carga de algunas aplicaciones la que me deja una pequeña sensación de que aquí se podría haber hecho más por optimizar. ¿Lo bueno? Es posiblemente una mejora que con respectivas actualizaciones podría llegar a verse solventado, aunque desconocemos si Alcatel tiene en mente algo parecido.

Y hablando de software, este Alcatel Idol 3 cuenta con Android 5.0 Lollipop, con una capa de personalización, mejor dicho, con un launcher propio que cuenta con iconos diferentes a los que podremos ver en Android stock o puro, y con un panel lateral que hará las veces de una especie de centro de ocio de Alcatel, donde podremos descargar aplicaciones, imágenes y demás contenido. No está mal implementado, incluso en algunas ocasiones resulta útil, pero en el día a día es algo por lo que apenas me intereso, cuestión de gustos puede ser.

Lo mejor de todo es que la compañía francesa no ha modificado las principales funcionalidades de Android 5.0 Lollipop, como las notificaciones en la pantalla de bloqueo o el nuevo modo prioridad que tantas alegrías nos proporciona a buena parte de los usuarios. Nada más usar launcher un par de horas decidí cambiarlo, no le veo nada itnteresante por encima de Nova Launcher, el mejor en mi opinión en lo que se refiere a este tipo de aplicaciones, pero también he de decir que no es el launcher y la personalización más fea que he visto en un terminal.

Batería

Pensamos que al ser un terminal que puede encontrar muchos interrogantes por su atractivo precio, este sería un apartado clave para vosotros los usuarios. La batería de este Alcatel cumple. No holgadamente, no nos separaremos del cargador así como así, pero podremos alcanzar sin relativos problemas las 4 horas de pantalla activa, incluso algo más, siendo usuarios medios.

Si decidimos usar el GPS, videojuegos y minutos de vídeo, la capacidad se verá reducida, aunque para un usuario básico o intermedio, la duración puede ser suficiente para llegar al final del día sin problemas, tal vez incluso algo más, pero siempre dependiendo del uso que se le de a diario.

Análisis en vídeo

Opiniones finales

Es momento de echar cuentas, resumir los puntos buenos y malos que he encontrado en mi experiencia con este terminal. Dedicir si un producto merece o no la pena viendo enormen competencia que hay no es tarea fácil. En primer lugar, hay que destacar el trabajo de Alcatel con su diseño, un diseño muy elegante, que queda bien a la mano y que estéticamente gusta, aunque para el público más joven pueda llegar a aburrir, pero aún así, es de lo mejor que he visto, aunque sus materiales (plástico) no le hagan justicia.

Su cámara y su sonido son los puntos que le hacen destacar en calidad/precio. La primera, con un sensor muy decente para esta gama de precios, con resultados interesantes y con mucho potencial si sabemos jugar bien con sus opciones. No es la panacea, ni algo que tengamos que echarnos las manos a la cabeza, pero contar con un terminal cuya cámara no nos de miedo sacar es un valor seguro. Su sonido, a otro nivel, es lo más destacado de este terminal junto con su diseño, quizás los puntos más diferenciales frente a la competencia.

En un punto intermedio, ojo, que no negativo, se encuentra su rendimiento y su software. No veremos ningún tipo de lag que nos impida tener una experiencia correcta, incluso notable, pero con el nivel de los terminales que aparecen a día de hoy por menos incluso de 150 euros, debemos sacar mucha punta al lápiz, y en este sentido, pese a que Android Lollipop brille en cada novedad que ha sido incluído, es necesario que Alcatel siga puliendo estos pequeños detalles que pueden hacer a un usuario no decantarse por su terminal.

Entre mis opiniones, que han sido algo contradictorias en el camino de este análisis, creo que Idol 3 de 4,7 pulgadas es un buen terminal, con todas las letras. Por 190 euros, no es holgadamente el mejor ni el que más destaca en ningún apartado, pero en la gama media, es un valor seguro.